(Imagen tomada de sanidad.es)
Este jueves 5 de marzo el alumnado de 3º de
ESO realizó, dentro del programa “Ni ogros ni princesas”, un taller sobre las
ITS y los medios anticonceptivos, llevado a cabo por el personal de enfermería
de los centros de salud de Mieres y Moreda. En él se llegaba a la conclusión
que el uso responsable, correcto y adecuado del preservativo o condón
(masculino y/o femenino), además de prevenir los embarazos no deseados,
también sirve para prevenir el riesgo de contraer ITS (infecciones de
transmisión sexual), que en muchas personas se presentan de forma asintomática
y por eso es frecuente que no sepan que están infectadas.
Como el 8 de marzo
es el Día Internacional de la Mujer , queremos llevar
el tema un poco más allá, y reflexionar y analizar la educación afectivo-sexual desde el punto de vista de la igualdad entre
hombres y mujeres y relacionarla con el preservativo, pues la gente y los/las jóvenes, aun sabiendo que es el único método anticonceptivo que
tiene la peculiaridad de evitar las ITS, no
lo usan, porque muchas veces se deja la decisión al hombre.
El preservativo que se abre con cuatro manos para
fomentar el consentimiento.
De forma breve vamos a
aclarar previamente tres conceptos: machismo,
feminismo y empoderamiento de la mujer. Sabemos que por todo el planeta
Tierra predomina el machismo, es decir, en
la mayoría de las sociedades, las actitudes, las conductas, las prácticas
sociales y las creencias van encaminadas a promover la superioridad del hombre
por sobre la mujer, por lo que a ella se le ponen límites y restricciones. Y
este machismo se haya internalizado en las personas mediante prejuicios y
estereotipos (tanto en hombres como en mujeres), de forma que se manifiesta en
nuestra conducta, nuestro pensamiento y nuestros sentimientos, y en los
diferentes aspectos de nuestra vida (laboral, sentimental, familiar,
profesional, sexual, etc.). Con el fin de conseguir la igualdad entre hombres y
mujeres y eliminar la dominación y violencia de éstos sobre ellas, surge el
feminismo, que no tiene como idea la superioridad de la mujer sobre el hombre
sino la igualdad entre ambos sexos. Y para conseguirlo, aparece como respuesta el empoderamiento de la
mujer, es decir, que la mujer tiene que tomar el dominio y control sobre
su propia vida, las circunstancias que la rodean y los elementos que forman
parte de ella.
(Imagen tomada de infobae)
¿Sabías que el uso de condón femenino empodera a la mujer? Sí, porque cuando una mujer decide usarlo es que ha tomado el control y la
decisión sobre su salud sexual y sobre la reproducción de forma libre, sin
discriminación y ninguna forma de presión. Y con la ventaja que este
preservativo puede colocarse hasta ocho horas antes de la relación sexual.
¿Sabías que el uso de condón masculino también empodera a la mujer? Sí, porque cuando ella participa en la provisión del condón (llevándolo
consigo) y/o en la proposición del mismo, también le permite tomar el control y
decisión de su salud sexual y reproductiva de forma libre, sin discriminación y
ninguna forma de presión. Y con la ventaja que es más barato y ocupa menos
espacio que el femenino.
En conclusión la protección con condón en las relaciones
sexuales no solo es responsabilidad del hombre. La mujer también puede (y debe) tomar la iniciativa en el uso del
preservativo (tanto llevando el condón con ella como dejando claro que solamente
realizará el acto sexual con condón). Por eso, el preservativo es un buen método anticonceptivo para promover el
empoderamiento de la mujer, pues la mujer tiene autonomía para decidir
sobre el momento de la realización de la actividad sexual: Si va a realizar o
no el acto sexual o no, si va a usar o no el preservativo. Así, al igual que el
hombre, puede exigir y decidir si usar o no el preservativo en su relación sexual. Se pasa así de una
concepción pasiva y sumisa de la mujer en la relación sexual (propia del
machismo) a la de una mujer activa (que tiene iniciativa y toma la iniciativa),
como el hombre, es decir, se pasa a una igualdad. Y con ello se irán desterrando
mitos, prejuicios y estereotipos machistas.
Pero, usando preservativo, la mujer no solamente decide, libremente y con
responsabilidadad, sobre la cuestión
reproductiva (que no quiere embarazarse ni tener hijos), sino que también lo hace sobre su salud, pues sabe que con el
preservativo se reducen las posibilidades de contraer infecciones de
transmisión sexual. De esta manera la mujer se empodera y ejerce el control en
las prácticas sexuales para que sean placenteras, seguras y no perjudiciales,
de forma que se encuentre libre de riesgos o situaciones no planificadas
por ella.
Por lo tanto, todo un acierto en el Taller de del programa “Ni ogros ni princesas”, que
tanto chicos como chicas aprendiesen a abrir la envoltura del preservativo y a
colocarlo adecuadamente para evitar accidentes y roturas. Pues
recordemos que una pareja es cosa de
dos. Y cuando hay igualdad y
consenso en las relaciones sexuales y de pareja, también se observa una
reducción de la violencia hacia la mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario