viernes, 31 de diciembre de 2021

Sencillas medidas para evitar la COVID-19 que se reúnen en una sola palabra : RESPONSABILIDAD

 




No quería finalizar el 2021 sin apelar a la RESPONSABILIDAD, puesto que aún no se ha terminado esta pandemia conocida como COVID-19. Recordemos que el virus que la produce, el SARS-CoV-2, se transmite a través de los aerosoles que producimos al respirar y hablar. Y que, para colmo, la actual variante ómicron es muy contagiosa.

Además de VACUNARNOS debemos seguir manteniendo, tanto en interiores como exteriores, la DISTANCIA SOCIAL DE SEGURIDAD de aproximadamente 2m y LAVARNOS LAS MANOS con jabón o gel hidroalcohólico virucida (del 70-90%) antes de tocarnos la cara, nariz, boca u ojos y antes de tocar cualquier alimento.

El mayor peligro se encuentra en interiores (de los que abusamos especialmente en otoño e invierno a causa del frío), por lo que debemos evitarlos en la medida de lo posible y no reunirnos en interiores con personas que no sean convivientes si no es estrictamente necesario (trabajo, colegio, compra...).

 


IMPORTANTES MEDIDAS PARA UN INTERIOR SEGURO

 

En caso de reunirnos varias personas en espacios interiores, es obligatorio usar MASACARILLA (y colocárnosla bien), siendo lo más aconsejable la de tipo FFP2, y estar pendiente de los MEDIDORES DE CO2. No deberías entrar en aquellos espacios que no estén bien ventilados o no dispongan de ventilación (cruzada o mecánica).

En espacios interiores en los que no nos quitamos nunca la mascarilla, los valores del medidor de COno deberían de sobrepasar los 700 ppm (partes por millón) para estar seguros y evitar así contagios. Pero si nos quitamos la mascarilla para comer o beber, si queremos estar seguros, los niveles han ser más bajos y no sobrepasar los 500 ppm (y por supuesto no superar nunca los 700 ppm).
 




Como hemos visto, con unas sencillas medidas promoveremos nuestro bien y el de los demás. Si para divertirnos necesitamos de los demás, cuidemos de ellos. Es muy fácil, si nos protegemos a nosotros mismos protegemos a todos. Todos queremos que "esto" acabe pronto, reunirnos con nuestros seres queridos, mantener nuestros negocios, poder ir con cierta tranquilidad al centro comercial, al centro de salud o al hospital, … pero para ello debemos ser responsables y utilizar el sentido común.





Las navidades siempre han destacado por las buenas acciones de las personas. Vacunémonos, pongamos la mascarilla (adecuadamente) y guardemos las distancias. Y en interiores vigilemos la calidad del aire echando miradas frecuentes a los medidores de CO2. De nada sirven las restricciones estatales o de las comunidades autónomas si nos reunimos en nuestras casas sin las adecuadas medidas de seguridad, asistimos a fiestas ilegales sin las adecuadas medidas de seguridad, frecuentamos lugares con aglomeraciones sin las adecuadas medidas de seguridad, etc.


 




Feliz 2022 sin COVID-19

miércoles, 8 de diciembre de 2021

"Mordiendo la verdad": otra forma de abordar la eliminación de la violencia contra las mujeres

 



El miércoles, 24 de noviembre, el alumnado de 2º y 3º ESO del IES Valle de Aller asistió al teatro-cine Carmen de Moreda para participar en la actividad propuesta por el Ayuntamiento de Aller y el Centro Asesor de la Mujer de Aller y Lena, con el fin de conmemorar el 25 N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Todo el evento fue traducido de forma simultánea a la lengua de signos.




Inició el acto la concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Aller, María Eugenia García Mejido, con la lectura del manifiesto, en el que animó a los hombres a ayudar a las mujeres en esta lucha contra la violencia de género.  




Seguidamente, tuvo lugar la representación de la obra de la artista (actriz, poeta y cantante) Alba Gil, titulada “Mordiendo la Verdad”, que ganó la primera edición del premio "Escena contra la violencia sexista 2019" que convoca el Instituto Asturiano de la Juventud. En el monólogo, de alrededor de una hora de duración, nos sumergió en la realidad de la violencia contra las mujeres de una forma cruda y tierna a un tiempo, donde la música en directo tuvo un papel protagonista de la mano del guitarrista Carlos García Marrón, que acompañó en las canciones a la artista.



La actriz entró al teatro con su cara cubierta por una máscara (una pelvis de vaca) que escondía tras ella las historias de violencia de género. Pero que se quitó nada más llegar al escenario para que descubriéramos la verdad y reflexionásemos sobre la violencia machista, que está ahí y que no vemos.




Por ejemplo, nos hizo darnos cuenta de la existencia de ese miedo al violento (que muchas veces llamamos inapropiadamente respeto), representado metafóricamente por  una niña (que subida a la parra: símbolo de su atrevimiento a volar y ser libre) temía que al bajar su padre le diese la “hostia bendita”, es decir, ejerciese la violencia masculina, impune a la vista de la iglesia y de la sociedad, y heredada de generación en generación a lo largo de la historia, una historia hecha por los hombres y para los hombres. Una historia universal del hombre y no de la mujer, donde ellas tienen prohibido pensar, estudiar, hablar y se les ha privado del poder.




Compara esa violencia y el machismo con el fatídico cáncer. Al igual que esta enfermedad, la violencia contra las mujeres se extiende, y “esa violencia era el cáncer de la abuela” de esa niña, cáncer que se curó cuando murió el abuelo (es decir, cuando cesó la violencia de género).




Además, Alba, canta. Y a través de su melodiosa pero potente voz nos iba sugiriendo que no debemos callar, que debemos gritar, que el miedo no ha de sellar nuestras bocas y con ello silenciar el problema de la violencia de género, en el que a veces entramos sin darnos cuenta. De esta manera, animó a las mujeres a buscar su propia vida, a atreverse a contar su historia de violencia de género, e incluso a “atar a los violentos”.


Al final del monólogo se desarrolló un diálogo entre la protagonista, el músico y el público para reflexionar sobre la obra y sobre el tema de la misma.