El
11 de marzo de 2020 Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la
segunda pandemia en lo que va del siglo XXI, ya que la primera fue la también vírica pandemia de gripe A
(H1N1) de 2009, que se cobró la vida de más de 18.000 personas. Pero
otras pandemias más mortíferas golpearon a la humanidad a lo largo de la
historia.
La
pandemia más letal hasta hoy fue la viruela, que
provocó unos 300 millones de fallecimientos. Además, en 1545, los aztecas y mayas fueron
diezmados por culpa de esta enfermedad vírica, que dejaba secuelas imborrables en la piel de los
enfermos por las pústulas que aparecían en todo el cuerpo. A finales de los años sesenta, la viruela era
aún endémica en África y Asia, pero fue erradicada hace
40 años, en 1980, gracias a la vacunación.
Es la primera enfermedad combatida a escala mundial, gracias a la colaboración
de países de todo el mundo.
La segunda pandemia más mortífera lleva más de 3000 años en el
planeta y también es vírica: el sarampión.
Es más contagiosa que el ébola, la tuberculosis o la gripe. Provocó hasta hoy
200 millones de muertos en el mundo. Actualmente, sin la
vacunación, las fiebres altas, la inflamación pulmonar y de las meninges,
acabarían con la vida de la mayoría de los enfermos, pues para el sarampión no
existe cura.
La tercera pandemia, la peste bubónica o peste negra, era causada
por la bacteria Yersinia pestis. Se propagaba
a través de pequeños parásitos como
las pulgas de las ratas. Estuvo activa hasta 1959 y provocó la muerte de más de
120 millones de personas. Concretamente, en el siglo XIV devastó una tercera
parte de Europa causando más de 75 millones de muertes en muy poco
tiempo.
Entre 1918 y 1920
se dio una de las peores pandemias de la historia: la gripe
española, que mermó la población mundial un 6%, siendo la
causante de casi 100 millones de muertes de personas.
El siglo
XX concluyó con la que se considera la quinta pandemia mundial más
importante, el SIDA (VIH), que desde 1981 mató a más de 32 millones de individuos.
Esta enfermedad provoca que el sistema inmunológico funcione de manera
deficiente, haciendo al cuerpo vulnerable a numerosas infecciones que son las
que acaban con la vida de la persona. Actualmente no tiene cura, a pesar de que
existan tratamientos que hacen que el virus se considere «indetectable» y
mejoren la calidad de vida de los enfermos.
En el año 430 a. C. ya tenemos noticia de un
enfermedad muy mortífera, la plaga de Atenas, que acabó
con un tercio de la población de la ciudad, unas 150.000 personas. Y en el año
166 la peste antonina llegó a
Roma y se extendió por todo el imperio, cobrándose 5 millones de víctimas en 15
años.
El siglo pasado, que finalizó con la pandemia de sida y comenzó con la de gripe española, tuvo
otras más. Entre 1957 y 1958, la gripe
asiática (H2N2), que apareció en China, causó un total de 1,1
millón de muertos. Otro millón de decesos provocó la llamada gripe de Hong Kong (H3N2), que dio la vuelta al mundo entre 1968 y 1970 matando a muchos niños. Ésta es considerada como
la primera pandemia de la era moderna, la de los transportes aéreos.
El siglo XXI, ya lleva en su haber dos pandemias, y a pesar de los avances
científicos, tampoco estuvo exento de grandes epidemias, como el Síndrome
Respiratorio Agudo Severo (SRAS), la
gripe aviar (H5N1),
el ébola, con alta tasa de
mortalidad y ausencia de cura, y el dengue.
Además, en 2014, el
Virus del
Zika azotó toda Latinoamérica con varios millones
de infectados, miles de bebés nacidos con microcefalia y 4030 muertos.
El catedrático Adolfo García
Sastre, uno de los virólogos españoles más reconocidos del mundo,
cree que es inevitable que el Covid-19 se convierta en endémico por que las medidas de contención no son efectivas para parar el virus (SARS-CoV-2) sino
que solamente sirven para intentar ralentizar la transmisión. Es decir, el
virus va a llegar a los distintos países y se va a propagar. Al final del brote
el número será el mismo, pero en un periodo de tiempo mucho más largo y esto supone
que también habría un menor número de casos severos y que se colapsarán menos
los hospitales, pues si se infectasen todas las personas a la vez, sería muy
difícil tratarlas.
Si este
virus se propaga y se vuelve endémico, como parece que va a ocurrir, es muy
probable que el sistema inmune
humano llegue a ser capaz de prevenir la infección por un virus similar y que no nos tengamos que preocupar más de los
virus que se parezcan al SARS.
Ahora vamos a reflexionar sobre nuestros
conocimientos adquiridos en la Educación
Secundaria haciéndonos una serie de preguntas a las que
responderemos.
1.
Escribe la
definición de epidemia, pandemia y
endemia.
2.
¿Que tienen en
común los tres conceptos anteriores?
3.
¿En que se
diferencia una epidemia de una pandemia?
4.
¿En que se
diferencia una epidemia de una endemia?
5.
¿Cuál es la
función de la OMS? ¿Concretamente que hace?
6.
¿Por que la OMS declaró a COVID-19 una
pandemia?
7.
Cita una pandemia
del siglo XXI que no sea la de COVID-19.
8.
Cita dos
pandemias del siglo XX.
9.
¿Cuál es la
pandemia más mortífera de la historia?
10.
Cita 5 pandemias
producidas por virus.
11.
Cita una pandemia
producida por bacterias.
12.
¿Por qué es más fácil luchar contra una
enfermedad bacteriana que contra una enfermedad vírica?
13.
¿Cuál fue la
única enfermedad erradicada de la faz de la tierra?
14.
¿Crees que
existen virus de la viruela en nuestro planeta? Busca información para
contrastar tu respuesta.
15.
¿Qué crees que
representan los cuerpos azules y rojos de la primera fotografía?
16.
¿Por qué se
murieron de viruela tantos aztecas durante la conquista de América y en cambio
no murieron los españoles?
17.
¿De qué piensas
que está infectada la persona de la fotografía dos? ¿Por qué lo sabes?
18.
¿A qué reino pertenece Yersinia pestis? ¿Por qué?
19.
¿A qué filo
pertenecen las pulgas? ¿A qué clase?
¿Y a qué orden?
20.
¿Qué influencia crees que tiene el transporte aéreo en las pandemias?
21.
Para el
sarampión, la primera causa de muerte infantil, no existe cura pero sí terapia preventiva ¿cuál?
22.
¿Cuál fue la primera vacuna? ¿En qué siglo? ¿Quién
la creó?
23.
Algunas personas
piensan que las vacunas no deberían ser obligatorias porque atentan contra los
derechos individuales y los principios religiosos o porque como medicamento que
son pueden tener efectos secundarios en algunas personas. Los gobiernos saben
que, a pesar del coste económico, la vacunación ayudó a erradicar enfermedades
como la viruela, y casi otras como la poliomelitis o la meningitis, o evitar la
muerte de mucha gente en otras como el sarampión. En Estados Unidos el
sarampión había sido erradicado hace 20 años pero surgió un brote en el año
2019 al disminuir la vacunación. ¿Tú que
piensas? ¿Crees que el no vacunar a tus hijos pondría en riesgo la salud de
tus hijos y de las personas que les rodean? Arguméntalo.
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