Fueron impartidas presencialmente el 22 de junio por María
Rodríguez (Pola de Siero, 1986), sexóloga y doctora en Género y Diversidad, en
colaboración con la concejalía de igualdad del Ayuntamiento de Aller, y con la participación del Centro Asesor de la
Mujer, y coordinadas por el Proyecto del IES Valle de
Aller “Educando para la sostenibilidad y la promoción de la salud”. Asistieron a las mismas concejalas de Igualdad y de Educación del Ayuntamiento de Aller, María Eugenia García Mejido y Manuela Martínez Suárez.
En principio, estaban propuestas para 4º de ESO, pero también
hemos incluido al alumnado de 1º de ESO, porque es a los 12 años para los niños
y 12,5 para las niñas, la edad media en que empiezan a consumir pornografía digital
a través de sus smartphones. Con ello queríamos evitar que los/las adolescentes
confundiesen fantasía (juego) con realidad. Por otro lado, como comenta María en
la entrevista para El Comercio (https://www.elcomercio.es/gijon/porno-puntos-chicos-chicas-20210717000640-ntvo.html)
el porno genera desigualdad puesto que “para la construcción de la masculinidad
ver porno es un factor que da puntos; en la feminidad, en cambio, decirlo
genera problemas”. Además, “las propuestas que existen son un modelo machista,
racista y heteronormativo y la diversidad sexual se aparta. Aparecen cuerpos
determinados y se desechan otros”. Por otra parte, el consumo de pornografía hace
“a los chicos creer que su masculinidad ha de ser de una forma desproporcionada
y a las chicas que han de dar placer a los chicos y que todo lo que se refleja
responde a sus deseos, aunque no sea así, evidentemente” .

Durante la charla, la sexóloga analizó la gran parte
de ficción que tienen las redes sociales como por ejemplo el postureo, la
necesidad de ser aceptado/a y las emociones como los celos. Les hizo fijar, a
alumnas y alumnos, la atención en otros órganos sexuales distintos a los
genitales, como por ejemplo la piel (el órgano sexual más grande del cuerpo
humano). Y, por supuesto, dejó claro la importancia del consentimiento, el buen
trato y la seguridad en el sexo.
Asimismo, se abordaron las eróticas
digitales como el sexting y la influencia de la pornografía en la construcción
del imaginario sexual de las personas jóvenes.
Creemos que se ha cumplido con ello el
principal objetivo propuesto por la ponente: facilitar herramientas para que el
alumnado aprenda a gestionar de una forma positiva y satisfactoria sus identidades
y relaciones online. Pues, aunque llevamos años participando en el programa “Ni ogros ni princesas”, teníamos un cierto déficit en estos
aspectos, y lo que nos contó María era necesario, especialmente en este curso 2020-21
marcado por la pandemia COVID-19, donde todo, hasta las charlas formativas e
informativas, era la mayoría de las veces telemático.
Sabemos que han quedado cosas y que tenemos que seguir
trabajando en el tema, así que esperamos contar en los próximos cursos con
María Rodríguez y con la ayuda de Irene González Rodríguez, psicóloga del Centro Asesor de la Mujer de Aller y
Lena.